miércoles, 22 de julio de 2009

UNA TÁCTICA CONTRA LA CONTRARREVOLUCIÓN

Para la Discusión Acción Revolucionaria

La clase obrera a nivel mundial por primera vez en años da unos primeros pasos rememorando aquellos días que dieron origen al día internacional de la Clase Obrera. Estos primeros combates aquí y allá los empieza a desarrollar en medio de una crisis de descomunales dimensiones, la más grande desde los años treinta, sin contar con direcciones sindicales y políticas capaces de conducirlos por caminos de victorias hacia la sustitución radical del capitalismo por una economía socialista, pero ese es el nudo gordiano a resolver.
El desarrollo de la globalización capitalista que entrelazó de manera cada vez más acelerada, desde la décadas de los `70 del siglo pasado, todas las economías del mundo favoreciendo el impulso del comercio, ahora se vuelve en su contrario favoreciendo la expansión de la crisis de manera acelerada. Iniciada en los EEUU, se ha extendido por Europa occidental y oriental, Asia, Japón, China y América Latina. Todos los números del comercio, la industria, aparte de las finanzas, siguen en picada y aunque los inmensos recursos invertidos por los países imperialistas y otros capitalistas pudiesen inyectar algún ánimo a la economía, frenando su caída o hasta levantando algunas décimas los índices, es muy temprano para cantar el fin de la recesión y poder contabilizar el total alcance de la socialización de las pérdidas bancarias e industriales.
Los analistas más optimistas solo dicen que el crecimiento de la China, que está invirtiendo colosales sumas de dólares de sus reservas para ampliar el mercado interno y que permite decir que puede tener un crecimiento de un 8%, puede servir de locomotora a la economía mundial. Pero un problema es que no se atreven a decir para cuando será ese jalón que saque al capitalismo del fondo donde se mueve en caída libre. El FMI señala que la crisis aún puede durar un año…..
Aparte que cualquier freno o leve recuperación, esto no significará un alivio para los trabajadores y pueblos del mundo, que verán como el desempleo seguirá creciendo junto al empleo precario y los salarios no solo perderán poder adquisitivo, sino que en acuerdos con las burocracias sindicales, serán rebajados a condiciones muchas veces de hambre.
La presente crisis, que se ha desarrollado a escala planetaria, tiene perpleja a las burguesías imperialistas, que están temiendo y con mucha razón explosiones y movilizaciones sociales más allá de las primeras sucedidas en Europa (Grecia, Francia, Islandia, Inglaterra, Italia, Alemania) y ven en huelgas como la desarrollada en Guadalupe y Martinica durante varias semanas por aumento salarial, una posibilidad cierta que se ponga en peligro sus intereses de clase tanto en los países imperialistas como en los coloniales y semicoloniales. Cinco gobiernos fueron ya derribados producto en los últimos meses: tres en Europa oriental -Hungría, Letonia y la República Checa- e Islandia y Bélgica y repetimos esto es solo en el comienzo de la crisis.
Un detalle, entre todos los problemas que se le vienen encima a la burguesía es que se ha visto obligada a debilitar su colchón social representado por las capas medias de la población, con el castigo del desempleo. Esto precariza la fuerza de la burguesía a la hora de resistir una respuesta masiva de la clase obrera, pues está empujando a este sector social, precisamente a unirse a luchar junta a esta por intereses comunes.
Las primeras respuestas de los sectores obreros y populares a nivel planetario han sido dispersas y discontinuas, teniendo expresiones punta sobre todo en países de Europa donde la crisis se manifestado con más fuerza pero, aún así, muestran el camino y el potencial para alcanzar victorias sobre el mismo capitalismo. En estas primeras acciones, el papel de las direcciones sindicales ha sido fundamental para que las luchas no se hayan fortalecido en número y en la vinculación entre unas y otras. Los estudiantes de Grecia, durante sus poderosas protestas contra el gobierno, vieron como los sindicatos no impulsaron una huelga nacional en su apoyo que estaba a la orden del día. Los trabajadores franceses han empujado 2 huelgas nacionales y ven a sus direcciones sindicales y políticas, que temen que el movimiento impugnador los rebase, frenando la continuidad de este tipo de acciones sindicales que obligue al gobierno al cambio de sus políticas neoliberales, yéndose por la vía de solo tratar de descompresionar la olla social.
El papel que han venido jugando las direcciones sindicales de origen socialdemócrata en defensa del capitalismo y sus respectivas burguesías, ahora se ha visto reforzado por las direcciones de origen estalinista, las cuales muestran el grado de descomposición sufrida durante todos estos años, en especial tras la caída de la URSS y demás estados deformados por el estalinismo, que las ha convertido en grupos de carácter nacional, nueva versión de los partidos socialdemócratas en el mejor de los casos. Esta traba subjetiva tiene que ser derribada y las condiciones objetivas existen.
Este peso de las direcciones sindicales puede cambiar rápido, pues a pesar de la debilidad relativa de las fuerzas del movimiento obrero y popular a nivel planetario, es tal la magnitud de la crisis, que ha generado respuestas masivas capaces de derribar 5 gobiernos en Europa y la reaparición de métodos de lucha desde hace mucho tiempo desaparecidos -aunque no todavía en forma generalizada ni masiva-, como el secuestro de patrones en Francia, huelgas con piquetes y con ocupación de fábrica (Francia, Ucrania, España, Reino Unido, Irlanda, Italia y Alemania), acciones que se vislumbra su multiplicación en número y fuerza, además de contenido, experiencia importante en el proceso de reconstrucción de las direcciones sindicales y revolucionarias que exige la lucha contra la crisis, que es capitalista y cuya única salida a favor de los pueblos es socialista, sin patronos, sin burócratas y sin corruptos.
Esta situación contradictoria de una situación objetiva aplastante y de la carencia de una dirección socialista revolucionaria es muy amplia y hay que realizar ingentes esfuerzos para acortarla y cerrarla. La única manera para que esto suceda es que los núcleos revolucionarios se vinculen fuertemente a estas primeras y débiles expresiones combativas de los pueblos del mundo. Hay que entender que estamos en una primera fase de la respuesta que la clase debe dar y que servirá para superar las consecuencias de los años de desmovilización y el pase de las antiguas direcciones socialdemócratas y estalinistas al campo de la defensa abierta del desarrollo de la economía de mercado. Tenemos que comprender la complejidad de un momento donde los golpes iniciales están recayendo de sobremanera en los sectores más débiles del proletariado, los menos organizados como los tercerizados, sin una respuesta adecuada y a veces sin ninguna, en sentido contrario. Así como la clase aprende rápidamente, los núcleos revolucionarios tenemos que aprender a trabajar partiendo de las necesidades más sentidas por esa clase obrera y todos los sectores explotados y oprimidos económica, social, cultural, religioso, étnicos, etc. vinculando estas primeras expresiones de una conciencia de rebelión a propuestas de mediano y largo aliento político, en la insuperable metodología aplicada en la elaboración del “Programa de Transición”. En esta medida se podrán fortalecer los núcleos revolucionarios, hasta convertirlos en partidos de masas que permitan conducir la lucha contra el capitalismo y el inicio de la construcción del socialismo en lo económico y lo político organizativo.

EN VENEZUELA

La crisis capitalista internacional ya ha empezado a tocar puntos importantes de la economía venezolana. Desde el sector petrolero, pasando por las industrias pesadas ubicadas en Ciudad Guayana la están sintiendo, y los programas sociales, aparte de sectores productivos como las ensambladoras. El gobierno nacional después de estar diciendo que Venezuela estaba blindada, ahora ya ha implementado unas primeras medidas anticrisis.
Estas medidas tienen un claro tinte capitalista neoliberal, que entran en contradicción con otras asumidas años atrás como la rebaja que se venía haciendo del IVA, el anunciado endeudamiento por 15.000 millones de $USA con la banca privada, buena parte de ella multinacional y la rebaja del presupuesto nacional, que está afectando programas sociales en salud, educación y empleo.
Las direcciones sindicales en su aplastante mayoría, lamentablemente no han entrado a analizar las consecuencias de estas medidas sobre la economía del pueblo, las cuales, más allá de unas estadísticas de empleo e inflación que no reflejan una realidad, el trabajador está siendo golpeado de manera graneada pero constante. Las diversas corrientes de la UNETE y la CST ya han expresado sus opiniones llendo desde un apoyo acrítico, a una de una crítica tan tibia que al compararla con el correspondiente accionar práctico, nos dice que la diferencia entre una y otra, no es de esencia. CCURA es la corriente más importante que ha fijado una posición de firme oposición a las medidas anunciadas, planteando una serie de propuestas alternativas que de aplicarse, serían una verdadera alternativa anticapitalista en lo táctico y lo estratégico, incluso está realizando un llamado a una marcha, que queremos entender que es tan solo la primera de toda una programación, en la ciudad de Caracas lo cual hay que valorar positivamente, pero hay un detalle.
El detalle de la posición de los camaradas de CCURA es que rechazan realizar llamados constantes y consecuentes a las otras direcciones o corrientes sindicales que en su conjunto forman la mayoría del movimiento sindical venezolano. Esto hace que la posición de los camaradas cuyo máximo dirigente es Orlando Chirinos nazca con por lo menos una pata menos en la mesa que necesitamos para combatir de manera efectiva las medidas del gobierno y no solo con acciones propagandísticas.
Este primero de Mayo, la clase obrera se encuentra huérfana de una unidad indispensable para combatir la crisis que se nos ha empezado a montar sobre nuestra existencia. Los marxistas revolucionarios tenemos que redoblar los esfuerzos por lograr la unidad programática de TODOS los sectores sindicales, incluso de aquellos que están fuera de la UNETE y de la FSBT, en sindicatos o gremios y sindicatos como el CPV, FENATEV, los universitarios, los de la salud, a nivel nacional y regionales, FEDEPETROL Anzoátegui, etc. Una unidad para la acción concreta más allá de las importantes diferencias políticas que existen con sus direcciones. La dispersión, la desunión solo puede favorecer los planes de la burguesía tradicional y la roja rojita por hacer recaer la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo, los estudiantes, los campesinos…
Se requiere que corrientes como CCURA y Marea Socialista, dos de las más importantes corrientes sindicales socialistas, junto a otras como la CTR, FSBT y la Cruz Villegas, se conviertan en los impulsores de esta unidad táctica, llamando a todas las corrientes sindicales, dirigentes y bases, a sentarse y aprobar un plan de propuestas económicas y un programa de movilizaciones que discutiéndose en las bases de los sindicatos y gremios se convierta en la primera piedra de la derrota de las propuestas anticrisis que golpean al pueblo y favorecen a los capitalistas. No se debe esperar que las medidas pro capitalistas del gobierno se sigan multiplicando y con ello acorralando a nuestro pueblo en las fronteras del desempleo y la baja en el nivel de vida.
Desde El Topo Obrero, como parte de la construcción de una Corriente Socialista Revolucionaria, que tiene como uno de sus objetivos primordiales la unidad en la acción de todos los trabajadores se identifiquen o no con el gobierno del presidente Chávez, hemos venido realizando una serie de propuestas que hoy reiteramos: Por un Aumento General de Sueldos y salarios en un 50%, por la Escala Móvil de Salarios y la Escala Móvil de las Horas de Trabajo para que todos trabajemos, No a los aumentos de precios; Por la rebaja de los sueldos de los funcionarios del gobierno a no más de 3 salarios mínimos, Por el No Pago de la Deuda Externa e interna y sus intereses, Por la anulación de los Acuerdos de Doble Tributación que le restan al país más de 17.000 millones de dólares en impuestos dejados de cobrar a las multinacionales, Por la Nacionalización del sistema Bancario y de todos los Monopolios nacionales y multinacionales Bajo Control Obrero y Social, Por la Nacionalización del Mercado Externo Bajo Control Obrero y Social, Por un Presupuesto Justo y Necesario para la Educación y la Salud, Por la creación de Consejos Obreros y Populares para desarrollar el control Obrero y Social de la gestión de todos los organismos públicos y empresas privadas y de la producción, distribución y venta de todos los productos de consumo masivo, a lo cual le añadimos hoy el impulso de jornadas de discusión sobre el ejercicio del Control Obrero y si pagar o no indemnización por la nacionalización de 6 empresas al capital privado en la región de Guayana.
Un Frente de todas las corrientes sindicales del país puede darse sobre la totalidad o parte de esta y otras propuestas que defiendan los intereses de los trabajadores y el pueblo, dejando en plena libertad para que cada corriente tenga el derecho a defender aquellas donde no se haya llegado a un acuerdo. Desarrollar un planteamiento de la unidad de la clase y de todos sus dirigentes y organizaciones es luchar por acabar con las múltiples luchas y protestas aisladas unas de otras que se vienen desarrollando a lo largo y ancho del país. Es convertir los dedos de la mano en un solo puño que se dirija contra los intereses capitalistas y sus defensores, es sentar las bases para una unidad obrera y popular antiburocrática capaz de plantearse objetivos superiores.
Una unidad que este Primero de Mayo, en medio de la crisis del capitalismo Internacional tiene que reivindicar que la Clase Obrera del Mundo entero es una sola Clase y que tiene un solo objetivo acabar con el capitalismo e iniciar la construcción del socialismo, lo que hoy pasa por la derrota de la crisis capitalista en una solución de continuidad con medidas socialistas. Construyamos la Unidad en la Acción de los trabajadores venezolanos para que sumemos nuestras fuerzas a las del proletariado internacional que está dando sus primeros pasos contra la crisis capitalista.
Construyamos un Corriente Socialista Revolucionaria que trabaje y luche de manera consecuente por la Unidad en la Acción de la Clase Obrera contra la Crisis y por el Socialismo.

Enviado por eltopoobrero@yahoo.es
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