A mediados del siglo XX, la United Fruit Co. colocó a Honduras como el principal exportador de banano en el mundo. Esto le permitió influenciar la política del país, según reseña la enciclopedia libre Wikipedia.
Para ese entonces varias compañías fruteras estadounidenses —como la United Fruit Company, la Standard Fruit Company y Cuyamel Fruit Company— hicieron rápidamente del banano el principal producto de exportación del país a cambio de grandes concesiones.
Fue cuando Honduras entró al mapa mundial de comercio, y junto a Guatemala y Costa Rica, fueron bautizadas despectivamente “banana republics” (repúblicas bananeras).
En la segunda década del siglo XX desapareció el Partido Conservador y se formó el Partido Nacional, desde entonces hasta hoy hay dos partidos políticos principales, el Partido Liberal de Honduras y el Partido Nacional de Honduras.
La influencia de las poderosas empresas norteamericanas se extendería al plano político y militar. La Cuyamel conseguiría el apoyo de los liberales y la United de los nacionalistas.
En 1924 Honduras era el primer exportador de banano en el mundo, pero las grandes ganancias eran devoradas totalmente por la United Fruit Company. El descontento del empobrecido pueblo hondureño sería sofocado mediante una invasión de marines norteamericanos.
Estas pugnas culminarían cuando la United Fruit Company adquirió Cuyamel en 1929, convirtiéndose así en la mayor propietaria del país.
Desde 1929 hasta 1933 fue presidente de Honduras el médico, narrador y político Vicente Mejía Colindres, del Partido Liberal. Mejía, aunque protegió las libertades ciudadanas, debió enfrentarse a la colosal depresión económica, y a una oposición que, dominando los poderes Legislativo y Judicial, se oponía tenazmente al talante democrático del presidente.
En 1932 llegó al poder el General Tiburcio Carías Andino, del partido nacional, apoyado por la industria bananera. Carías ejerció una brutal represión y acumulación de poderes. El dictador gobernaría desde 1933 hasta 1949.
Un triste antecedente
En 1957, el liberal Ramón Villeda Morales fue elegido presidente constitucional. Durante su gobierno, Honduras entró en el Mercado Común Centroamericano. Villeda quiso iniciar una tímida reforma agraria y favoreció la educación, pero la oligarquía, con apoyo de EE.UU., frenó sus planes al dar un golpe de estado protagonizado por el coronel Oswaldo López Arellano. Estos hechos marcaron el comienzo de un largo período de dictadura militar en Honduras.
López Arellano gobernó el país desde 1965 hasta 1974. La frágil economía hondureña se debilitó aún más durante su régimen. La fuerte inmigración de más de 300.000 salvadoreños aumentó el desempleo en el país, lo que terminó en la llamada "Guerra del Fútbol" en 1969. A pesar de ser considerada una victoria por parte del Estado Hondureño, dicha guerra demostró la debilidad del ejército hondureño al igual que su corrupción; en efecto, en el registro militar figuraba una serie de inexistentes soldados, cuyos salarios iban a los corruptos mandos. La guerra no terminó en derrota gracias a las dotaciones norteamericanas en pertrechos militares.
En 1974 López Arellano accedió a un segundo período de gobierno. Tras ser acusado de aceptar el soborno de la United Brands (sucesora de la United Fruit Company), López fue destituido por el golpe de estado del coronel Juan Alberto Melgar Castro. Tres años más tarde, Melgar también era depuesto por un triunvirato militar dirigido por el coronel Policarpo Paz García.
Época de terror
Al triunfar la Revolución Sandinista en Nicaragua, el gobierno de Washington instó a que se celebraran elecciones libres en Honduras. Las legislativas se llevaron a cabo en 1980. Un año después resultaría electo constitucionalmente Roberto Suazo Córdova. Suazo dio paso a la Constitución de 1982, pero también a una siniestra etapa de terror, marcada por la persecución y eliminación de lo dirigentes de izquierda, cuyo horror es todavía tabú en la sociedad hondureña. Por entonces, el grupo Facusse propuso que Honduras se convirtiera en un Estado Libre Asociado de Estados Unidos, a la manera de Puerto Rico.
Una base antisocialista
Durante el gobierno de Roberto Suazo Córdova, Estados Unidos hizo del territorio hondureño su base contra la revolución socialista de Nicaragua. La política de subversión destinada a derrocar al presidente nicaragüense Daniel Ortega continuó a lo largo del gobierno del "liberal" José Azcona Hoyo, quien a cambio de su colaboración con Estados Unidos, recibiría una ayuda financiera sin precedentes, la cual fue más para beneficio del estamento militar que para favorecer la maltrecha economía del país.
Tiempos neoliberales
En 1990 llegó al poder el "nacionalista" Rafael Leonardo Callejas. Suyo fue el llamado Plan de Ajuste (o Reordenamiento Económico), que aplicaría las teorías neoliberales de Milton Friedman, entonces propuestas por Ronald Reagan y la primera ministra inglesa Margaret Thatcher. Dicho Plan tuvo consecuencias desastrosas a corto plazo. La economía entró en crisis; el serio déficit fiscal y comercial causó el empobrecimiento de la clase media. El descontento no se hizo esperar y en 1994 resultó electo el "liberal" Carlos Roberto Reina.
Carlos Reina Idiáquez reajustó estructuralmente la economía y tuvo algunos resultados positivos en sus primeros meses de gobierno. Con todo, al final de su mandato el país terminó igual o peor que cuando estaba Callejas Romero en el poder. El gobierno de Reina abolió el servicio militar obligatorio y reestructuró las Fuerzas Armadas.
A Reina Idiáquez le sucedió el "liberal" Carlos Flores Facussé, bajo cuyo gobierno el huracán Mitch devastó Honduras en el peor desastre de su historia. A las 10.000 muertes causadas se añadieron pérdidas materiales por más de tres mil millones de dólares.
Tras ello ascendió al gobierno el ex presidente del Banco Central de Honduras durante el régimen de Callejas Romero, el empresario Ricardo Rodolfo Maduro Joest, quien mantuvo la línea de política económica neoliberal, y logró, dentro del marco de la HIPP (siglas en inglés de la Política de Países Pobres Altamente Endeudados), que se condonara gran parte de la deuda externa del país.
Las primeras elecciones del siglo XXI, habidas el 25 de noviembre de 2001, dieron el poder a Ricardo Maduro, del Partido Nacional de Honduras.
Durante su campaña electoral, Maduro había prometido grandes avances en la economía del país. Aunque el mandatario tuvo cierto éxito durante el 2004 y el 2005; con crecimientos del 5% y el 4,2% respectivamente, sus promesas quedaron cortas.
Para ese entonces varias compañías fruteras estadounidenses —como la United Fruit Company, la Standard Fruit Company y Cuyamel Fruit Company— hicieron rápidamente del banano el principal producto de exportación del país a cambio de grandes concesiones.
Fue cuando Honduras entró al mapa mundial de comercio, y junto a Guatemala y Costa Rica, fueron bautizadas despectivamente “banana republics” (repúblicas bananeras).
En la segunda década del siglo XX desapareció el Partido Conservador y se formó el Partido Nacional, desde entonces hasta hoy hay dos partidos políticos principales, el Partido Liberal de Honduras y el Partido Nacional de Honduras.
La influencia de las poderosas empresas norteamericanas se extendería al plano político y militar. La Cuyamel conseguiría el apoyo de los liberales y la United de los nacionalistas.
En 1924 Honduras era el primer exportador de banano en el mundo, pero las grandes ganancias eran devoradas totalmente por la United Fruit Company. El descontento del empobrecido pueblo hondureño sería sofocado mediante una invasión de marines norteamericanos.
Estas pugnas culminarían cuando la United Fruit Company adquirió Cuyamel en 1929, convirtiéndose así en la mayor propietaria del país.
Desde 1929 hasta 1933 fue presidente de Honduras el médico, narrador y político Vicente Mejía Colindres, del Partido Liberal. Mejía, aunque protegió las libertades ciudadanas, debió enfrentarse a la colosal depresión económica, y a una oposición que, dominando los poderes Legislativo y Judicial, se oponía tenazmente al talante democrático del presidente.
En 1932 llegó al poder el General Tiburcio Carías Andino, del partido nacional, apoyado por la industria bananera. Carías ejerció una brutal represión y acumulación de poderes. El dictador gobernaría desde 1933 hasta 1949.
Un triste antecedente
En 1957, el liberal Ramón Villeda Morales fue elegido presidente constitucional. Durante su gobierno, Honduras entró en el Mercado Común Centroamericano. Villeda quiso iniciar una tímida reforma agraria y favoreció la educación, pero la oligarquía, con apoyo de EE.UU., frenó sus planes al dar un golpe de estado protagonizado por el coronel Oswaldo López Arellano. Estos hechos marcaron el comienzo de un largo período de dictadura militar en Honduras.
López Arellano gobernó el país desde 1965 hasta 1974. La frágil economía hondureña se debilitó aún más durante su régimen. La fuerte inmigración de más de 300.000 salvadoreños aumentó el desempleo en el país, lo que terminó en la llamada "Guerra del Fútbol" en 1969. A pesar de ser considerada una victoria por parte del Estado Hondureño, dicha guerra demostró la debilidad del ejército hondureño al igual que su corrupción; en efecto, en el registro militar figuraba una serie de inexistentes soldados, cuyos salarios iban a los corruptos mandos. La guerra no terminó en derrota gracias a las dotaciones norteamericanas en pertrechos militares.
En 1974 López Arellano accedió a un segundo período de gobierno. Tras ser acusado de aceptar el soborno de la United Brands (sucesora de la United Fruit Company), López fue destituido por el golpe de estado del coronel Juan Alberto Melgar Castro. Tres años más tarde, Melgar también era depuesto por un triunvirato militar dirigido por el coronel Policarpo Paz García.
Época de terror
Al triunfar la Revolución Sandinista en Nicaragua, el gobierno de Washington instó a que se celebraran elecciones libres en Honduras. Las legislativas se llevaron a cabo en 1980. Un año después resultaría electo constitucionalmente Roberto Suazo Córdova. Suazo dio paso a la Constitución de 1982, pero también a una siniestra etapa de terror, marcada por la persecución y eliminación de lo dirigentes de izquierda, cuyo horror es todavía tabú en la sociedad hondureña. Por entonces, el grupo Facusse propuso que Honduras se convirtiera en un Estado Libre Asociado de Estados Unidos, a la manera de Puerto Rico.
Una base antisocialista
Durante el gobierno de Roberto Suazo Córdova, Estados Unidos hizo del territorio hondureño su base contra la revolución socialista de Nicaragua. La política de subversión destinada a derrocar al presidente nicaragüense Daniel Ortega continuó a lo largo del gobierno del "liberal" José Azcona Hoyo, quien a cambio de su colaboración con Estados Unidos, recibiría una ayuda financiera sin precedentes, la cual fue más para beneficio del estamento militar que para favorecer la maltrecha economía del país.
Tiempos neoliberales
En 1990 llegó al poder el "nacionalista" Rafael Leonardo Callejas. Suyo fue el llamado Plan de Ajuste (o Reordenamiento Económico), que aplicaría las teorías neoliberales de Milton Friedman, entonces propuestas por Ronald Reagan y la primera ministra inglesa Margaret Thatcher. Dicho Plan tuvo consecuencias desastrosas a corto plazo. La economía entró en crisis; el serio déficit fiscal y comercial causó el empobrecimiento de la clase media. El descontento no se hizo esperar y en 1994 resultó electo el "liberal" Carlos Roberto Reina.
Carlos Reina Idiáquez reajustó estructuralmente la economía y tuvo algunos resultados positivos en sus primeros meses de gobierno. Con todo, al final de su mandato el país terminó igual o peor que cuando estaba Callejas Romero en el poder. El gobierno de Reina abolió el servicio militar obligatorio y reestructuró las Fuerzas Armadas.
A Reina Idiáquez le sucedió el "liberal" Carlos Flores Facussé, bajo cuyo gobierno el huracán Mitch devastó Honduras en el peor desastre de su historia. A las 10.000 muertes causadas se añadieron pérdidas materiales por más de tres mil millones de dólares.
Tras ello ascendió al gobierno el ex presidente del Banco Central de Honduras durante el régimen de Callejas Romero, el empresario Ricardo Rodolfo Maduro Joest, quien mantuvo la línea de política económica neoliberal, y logró, dentro del marco de la HIPP (siglas en inglés de la Política de Países Pobres Altamente Endeudados), que se condonara gran parte de la deuda externa del país.
Las primeras elecciones del siglo XXI, habidas el 25 de noviembre de 2001, dieron el poder a Ricardo Maduro, del Partido Nacional de Honduras.
Durante su campaña electoral, Maduro había prometido grandes avances en la economía del país. Aunque el mandatario tuvo cierto éxito durante el 2004 y el 2005; con crecimientos del 5% y el 4,2% respectivamente, sus promesas quedaron cortas.
En el 2006, Maduro le entregaba el poder al "liberal" Manuel Zelaya Rosales, vencedor el 7 de diciembre del 2005 con el 28% del electorado.
Enviado por Verónica Hung. http://www.lared.com.ve/
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