Desde Venezuela
Redacción Judith Casanova – La Columna de Caricuao
Redacción Judith Casanova – La Columna de Caricuao
Para el domingo 28 de junio del año en curso, mi hija pequeña y tres nietos planificamos ir al cine pero esta actividad se frustró a las 7 de la mañana cuando por Radio Nacional de Venezuela oí la noticia del secuestro del presidente Zelaya en Honduras a las 5 am. Sentí la misma angustia que me produjo el momento de entrega del presidente Chávez el día 11 de abril del 2002 pasadas las 11 de la noche.
Y es normal que este sentimiento salga a flote por todo lo que hemos aprendido los venezolanos en estos años de gobierno verdaderamente democrático, participativo y revolucionario. Los Aló Presidentes que, domingo a domingo, se han transmitido por los medios de comunicación del país, moderados por el comandante Hugo Chávez Frías, nos han enseñado a sentir amor por nuestros vecinos, a ser solidarios, y a sentir verdadero dolor cuando se rompe el hilo democrático en un país como Honduras donde el mandatario nacional fue sacado a las 5 de la mañana de su cama, amenazado con fusiles por militares encapuchados, después de romper las puertas y entrar en forma violenta a su hogar.
Como explicaba al principio y a pesar de la molestia de mi hija, quien quería ir al cine, no pude moverme de mi casa, no tenía ánimos para ningún tipo de diversión y todo el día me la pasé mandando información a quien podía, con la TV encendida y recopilando toda las noticias posibles sobre este acto atroz que tenía a casi todos los países progresistas suramericanos y de otras latitudes impactados.
Me dedique a revisar las páginas web de RNV, YVKE Mundial, VTV, Vive Tv, MINCI, Aporrea, etc. Y los mensajes recibidos por correo electrónico y retransmití los acontecimientos mediante el blog de La Columna de Caricuao, para de alguna manera dar a conocer lo que estaba pasando en Honduras pues ya se hablaba de cierre de algunos medios que intentaban mandar información a otros estados hondureños y al mundo.
Sólo Telesur se mantuvo en el aire y transmitiendo, momento a momento, lo que acontecía. Valientes las periodistas y los camarógrafos que se mantuvieron en las calles de Tegucigalpa informando sobre lo que pasaba a pesar de las amenazas de los militares. Mandé material informativo relacionado con la llegada de Zelaya a Costa Rica, de cómo lo dejaron en el aeropuerto de ese país, en ropa de dormir, como el pueblo hondureños se enfrentaba a los militares y los llamaban “traidores” y pedían el regreso de su presidente “Queremos a Mel”, Queremos a Mel”.
El espectáculo que protagonizaron los diputados golpistas cuando nombraron a Micheletti, como presidente de facto de Honduras. Indescriptible la emoción de las primeras palabras de Zelaya cuando ya se encontraba en Costa Rica, la entrevista a su esposa, así como también cuando se inició el atropello contra los hondureños me parecía regresar en el tiempo al 12 de abril de 2002 y observar a los funcionarios de la Policía Metropolitana atacando con peinillas y rolos a los venezolanos que intentaban agruparse en las calles, como le lanzaban bombas lacrimógenas y este recuerdo y las imágenes que veía por la televisión hicieron que mis ojos se llenaran de lágrimas.
Es terrible la impotencia que hemos sentido muchos venezolanos en estos días por lo que sucede en Honduras. Ahora, han cambiado las cosas y muchos gobiernos y sus presidentes se han manifestado en contra de este Golpe de Estado que ha sufrido el hermano país de Honduras porque sabemos los cambios sociales que venía desarrollando el presidente Manuel Zelaya en beneficio de sus habitantes.
Este tema tiene como dice el dicho “mucha tela que cortar” pero sólo quise reseñar este momento que pienso nos conmocionó a todos los venezolanos revolucionarios que buscamos la transformación de nuestros pueblos hacia un sistema socialista donde como decía nuestro Libertador “… se produzca la mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.
Como explicaba al principio y a pesar de la molestia de mi hija, quien quería ir al cine, no pude moverme de mi casa, no tenía ánimos para ningún tipo de diversión y todo el día me la pasé mandando información a quien podía, con la TV encendida y recopilando toda las noticias posibles sobre este acto atroz que tenía a casi todos los países progresistas suramericanos y de otras latitudes impactados.
Me dedique a revisar las páginas web de RNV, YVKE Mundial, VTV, Vive Tv, MINCI, Aporrea, etc. Y los mensajes recibidos por correo electrónico y retransmití los acontecimientos mediante el blog de La Columna de Caricuao, para de alguna manera dar a conocer lo que estaba pasando en Honduras pues ya se hablaba de cierre de algunos medios que intentaban mandar información a otros estados hondureños y al mundo.
Sólo Telesur se mantuvo en el aire y transmitiendo, momento a momento, lo que acontecía. Valientes las periodistas y los camarógrafos que se mantuvieron en las calles de Tegucigalpa informando sobre lo que pasaba a pesar de las amenazas de los militares. Mandé material informativo relacionado con la llegada de Zelaya a Costa Rica, de cómo lo dejaron en el aeropuerto de ese país, en ropa de dormir, como el pueblo hondureños se enfrentaba a los militares y los llamaban “traidores” y pedían el regreso de su presidente “Queremos a Mel”, Queremos a Mel”.
El espectáculo que protagonizaron los diputados golpistas cuando nombraron a Micheletti, como presidente de facto de Honduras. Indescriptible la emoción de las primeras palabras de Zelaya cuando ya se encontraba en Costa Rica, la entrevista a su esposa, así como también cuando se inició el atropello contra los hondureños me parecía regresar en el tiempo al 12 de abril de 2002 y observar a los funcionarios de la Policía Metropolitana atacando con peinillas y rolos a los venezolanos que intentaban agruparse en las calles, como le lanzaban bombas lacrimógenas y este recuerdo y las imágenes que veía por la televisión hicieron que mis ojos se llenaran de lágrimas.
Es terrible la impotencia que hemos sentido muchos venezolanos en estos días por lo que sucede en Honduras. Ahora, han cambiado las cosas y muchos gobiernos y sus presidentes se han manifestado en contra de este Golpe de Estado que ha sufrido el hermano país de Honduras porque sabemos los cambios sociales que venía desarrollando el presidente Manuel Zelaya en beneficio de sus habitantes.
Este tema tiene como dice el dicho “mucha tela que cortar” pero sólo quise reseñar este momento que pienso nos conmocionó a todos los venezolanos revolucionarios que buscamos la transformación de nuestros pueblos hacia un sistema socialista donde como decía nuestro Libertador “… se produzca la mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.
Fotos Anmcla-Zulia e Internet
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