La arrechera contra el socialismo
Ser socialista en Venezuela, sin ser chavista, es volver a ser adolescente. Nadie te quiere, nadie te entiende, y piensan que no has madurado. Además, les da arrechera que seas así. Uno culpa a otro por eso, al Presidente, y también se la pasa arrecho.
Es que esta semana he tenido varias conversaciones en qué tenido que hacer vueltas canelas para quedar íntegro. Lo menos agradable es que son con personas que estimo o con quién no tendría la más mínima palabra en contra. La primera sobre mis ganas de trabajar en Últimas Noticias, y eso de ser "revolucionario", -chamo, ¿tú eres chavista?- y la segunda, una conversación en la que yo hablaba de una cosa y la otra persona de otra, pero usábamos las mismas palabras.
Tú dices socialismo, los más arrechos -porque yo también lo estoy- escuchan chavismo. Una es un sistema de gobierno, la segunda, una religión militarizada. Pero claro, cuándo está arrecho no ve las diferencias.
En Venezuela, para la clase media el socialismo nació con Hugo. No importa que el Partido Comunista de Venezuela sea el más viejo de Latinoamérica, o que Teodoro Pettkoff y José Vicente Rangel se hayan lanzado 12 mil veces como candidatos presidenciales por el Movimiento al Socialismo (MAS). De nada sirvió la palabra social, en la denominación socialdemócrata de Acción Democrática. El socialismo para los nuevos votantes y las clases altas es sinónimo del Comandante/Presidente. Esto también producto de nuestra conocida amnesia histórica.
Nada queda de los socialistas disidentes, que ven como traición que el Presi quiera dialogar con la burguesía y los empresarios, o que sea benevolente con algunos enemigos, según sus propias palabras; mucho menos los que dejaron de ser oficialistas por sentir que se corrompía la democracia con el actuar presidencial, brincando la talanquera como dicen. Esos se entienden que dejaron de ser socialistas.
Podemos es ahora oposición, como si esta fuese una ideología. Pero Ismael García lo ha recordado: socialismo democrático. Ajá, socialismo, la palabra hedionda a mono. La gente sólo escucha democrático, que para ellos es: y va caer, y va caer. Decir que eres 100% oposición y antichavista son posturas válidas, pero de allí a ser ideologías, hay un puente sobre el río Orinoco. Tanta ha sido la arrechera que la gente le ha agarrado a esto que llaman socialismo, que se autodenominan de derecha y capitalista, sólo porque eso suena a Revocatorio Presidencial.
Sin embargo, todos los "derechistas" con quienes he hablado, creen ideas bien socialdemócratas, porque este país es indio, negro y blanco, es 1º de Mayo y Navidad, es Colmena de
¿Y cuál derecha si aquí todo el mundo cree por igual en
Esta semana me preguntaron si yo creía de verdad en el socialismo como forma de gobierno. Dije que si, además porque lo había visto funcionar en Holanda y España con gobiernos de partidos de izquierda en un sistema socialdemócrata de amplia inclusión, protección social y tolerancia. Dije que si porque el socialismo es garantizar la satisfacción de las necesidades de todos los ciudadanos, y el lema "a cada quién según sus capacidades, a cada quién según sus necesidades".
Dije que si porque soy humanista y ecologista. Yo pregunté también si creían que el capitalismo era la solución y las respuestas me dieron muestra de lo que tenemos es una "derecha" de arrechera.
- Yo creo en la democracia.
Las dictaduras, bien sea de izquierda o derecha son terribles, nada de poner a Pinochet sobre Fidel, ni justificar el avance de China hacia el capitalismo o los logros del orden público de
- Yo no quiero mantener a ningún vago.
Esto suena a la mentada disociación psicótica, a que se confunde opinión por sobre información. Pues muy a pesar de las becas de las misiones, aquí nadie aún mantiene la seguridad social de los demás, y el socialismo -no el chavismo- funciona por el trabajo de todos, con el manejo del capital y medios de producción del Estado, que mantiene relaciones laborales justas y no mercantilistas con sus empleados.
Lo molesto es que distintamente al régimen de Cuba, China o
Se reclamaba que hacían trampa, pero sin importarnos el juego y sin sentarnos a la mesa. La comodidad de nuestro deporte olímpico por excelencia: quejarse y criticar. Todos se hacían víctimas de la burundanga, y ahora Hugo es como las Spice Girls, vendieron millones de copias, pero nadie admite haber comprado un disco. ¿Cómo coño ganó en el 98 por paliza?
Lo que me hace pensar es que yo no trato de convencer, ni de mentar, ni de cuestionar a los que ahora dicen que creen en la meritocracia -que atropella a los que nacen sin oportunidades-, el capitalismo -destructor y que también los oprime- o la derecha -¿dónde está?-, pero uno sigue siendo feo porque tiene su posición izquierdosa. Es como formarte un peo porque te guste el rock y el fútbol, en vez del béisbol y la salsa.
Lo sé, lo sé, la arrechera es recargada en cada locura miraflorina, cuándo amenazan a unos, insultan a otros y toman medidas terribles como CADIVI, ¿pero de verdad te parece muy malo Mercal, Madres del Barrio, Barrio Adentro y Robinson?, y ¿crees que estaríamos mejor sin el cesta ticket, o la exoneración de impuestos para comprar el terreno estatal donde están asentadas las barriadas populares?
El rollo no es socialismo, el tremendo peo es el chavismo.
Enviado por Juan Manuel Hernández (jmhcastillo@yahoo.es)
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1 comentario:
Hola! gracias por pegar mi post aquí, pero además del link, me gustaría que pusieras mi crédito (nombre y nombre del blog). Un abrazo y todo un honor estar aquí!
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