martes, 13 de enero de 2009

Editorial del periódico La Columna de Caricuao Ejemplar Nº 72

Noviembre 2008
Las elecciones regionales del pasado 23 de noviembre han dejado a los revolucionarios una gran enseñanza. No han bastado 10 años para que los venezolanos comprendan la importancia de los cambios que han traído innumerables beneficios a las comunidades de todo el país. No podemos caernos a embustes y creer que hemos salido victoriosos cuando se han perdido 5 estados y la alcaldía metropolitana. Es cierto que muchas alcaldías de esos estados y donde ganaron los gobernadores del PSUV ahora están en manos de afectos a este proceso revolucionario pero no es menos cierto que se han perdido tres estados más en comparación con las anteriores elecciones regionales en donde sólo Zulia y Nueva Esparta fueron ganadas por la oposición. No se comprende como ganó Jorge Rodríguez, y perdió Aristóbulo Izturiz sino es porque muchos de los militantes del partido de gobierno, o cruzaron los votos Jorge Rodríguez-Antonio Ledezma, o votaron por Jorge Rodríguez o no fueron a votar. También hay que tomar en consideración los engaños utilizó la oposición valiéndose de regalos costosos para que la gente fuera a votar por ellos como fue el caso de Manuel Rosales, quien regalaba celulares a los ancianos para que lo llamaran “si necesitaban de sus servicios”. O el caso de los Valles del Tuy donde los afectos a Capriles Radonsky se presentaban en humildes casas y le daban dinero a sus habitantes para que votaran por este señor que todos conocemos y que tiene un prontuario digno de estar en la cárcel pagando unos 30 años y no que ahora sea el flamante gobernador del estado Miranda. Es lamentable que mucha gente no tenga convicciones sólidas de su ideología y se dejen comprar por un plato de lentejas. Ya es hora que asumamos nuestra condición, o somos guerreros y revolucionarios o somos de la oposición. Sabemos de muchos firmantes contra el presidente Chávez que se inscribieron en el PSUV para deslastrarse de esa actitud y lo que hacen es sabotear este proceso. Hay que depurar el Partido Socialista de estas alimañas que sólo han traído problemas y se visten de rojo, rojito para seguir saboteando esta revolución que no la para nadie. Además, el pueblo ahora no es tonto y cobra a los malos gobernantes. Lo malo es que, con esta acción, ahora tenemos el enemigo en la puerta de la casa, amenazando con entrar. ¡Reflexionemos!
Escrito por Judith Casanova
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