miércoles, 20 de febrero de 2008

¡..Ni con el pétalo de una rosa..!

Corrupción
Por : Jorge Mier Hoffman

Días pasados el diputado por el Partido Socialista Unido de Venezuela, Luis Tascón, sorprende a las filas de su propio partido PSUV, cuando amenaza con abrir una investigación en contra del hermano de Diosdado Cabello, Gobernador de Miranda y integrante de la directiva del PSUV, por la supuesta compra de vehículos con sobreprecio, lo cual fue desmentido por el agraviado Superintendente del SENIAT, José David Cabello; de inmediato y a solicitud de Diosdado Cabello, Luis Tascón es expulsado de las filas de PSUV. Acto que para muchos sorprendió por la injusta medida, y para otros fue desproporcionada; pero que los corruptos celebraron con su axioma: ¡..Al Corrupto ni con el pétalo de una rosa..! Algo que no debería de extrañar, puesto que la Corrupción no tiene sexo, ni patria ni religión; recordemos cuando Judas vendió a Jesús por treinta monedas de plata, lo cual confirma una frase que siempre invoco en estos casos:

"No podemos negar la Corrupción. Tenemos que aprender a vivir con ella, porque ella es parte de nuestras vidas y la razón de nacer y existir del hombre en la escala evolutiva de la naturaleza"
Jorge Mier Hoffman

Si entendemos la corrupción como una astucia o una artimaña para lograr objetivos, tal cual decía Maquiavelo en su sentencia: "El fin justifica los medios", entonces llegamos a la conclusión, de que la vida del hombre es el resultado de la Corrupción, que surge desde la concepción misma, cuando un solo espermatozoide, entre 250 millones que expulsa el hombre en cada eyaculación, es el único que puede fertilizar un óvulo, lo que implica habilidad y astucia en recortar el largo camino por el útero materno, lo cual no significa que sea el mejor en su carga genética, sino el más diestro en vencer a sus contrincantes, cuyo ardid queda grabado en su información genética… Es por lo tanto la Corrupción un Gen recesivo que existe en nuestro ADN, como el Gen del "asesino" que poseen algunos individuos, como ha sido anunciado recientemente por científicos de la genética, para revolucionar el campo de la criminalística.

La Corrupción es una cualidad necesaria del hombre y la mujer, para habitar en un mundo bipolar como el nuestro, que los obliga a sobrevivir entre dos extremos de la condición humana: vida y muerte, fortuna y pobreza, el bien y el mal; y donde la iglesia también participa de la Corrupción con la indulgencia y el pecado, por estar con Dios y con el Diablo

Desde el primer momento en que llegamos al mundo, el Gen de la Corrupción se activa para optar en nacer en una lujosa clínica con habitación privada en bellos colores y Directv, o en una lúgubre morada de hospital con olor a mentiolte, paredes mal pintadas y carente de medicinas… y que decir de vivir en un barrio o en una urbanización. Algún ingenuo podrá invocar la formación intelectual en busca de la fortuna y el éxito, pero allí también encontramos en Gen de la Corrupción con colegios mal dotados y escuelas que por sus instalaciones parecen más a un Club de esparcimiento para quien la pueda pagar… Desde pequeños nuestro Gen de la Corrupción es ejercitado con un Niño Jesús nacido en un pesebre con una mula y un buey, o un San Nicolás que llega en un lujoso trineo tirado con renos… Al día siguiente, el número y calidad de los regalos crean una competencia entre hermanos y vecinos, para dejarnos ver la importancia de la Corrupción en nuestra formación física e intelectual… En el deporte, encontramos a la Corrupción santificada en medicamentos autorizados, que nos dan una resistencia artificial para superar al contrario, tal cual logramos como espermatozoides, donde la habilidad y la astucia nos permitió superar a los demás; y en lo intelectual, bajarse de la mula con cursos de Veranos y conquistar a los profesores con atenciones y regalos, nos permitirá obtener las mismas notas que otros alumnos que tienen que quemarse las pestañas para pasar en los exámenes finales… De allí en adelante, nuestro título no es de un profesional en la especialidad, como ilusamente nos hicieron creer, sino que somos unos profesionales de la Corrupción en la profesión que tendremos que emprender, si queremos ascender en la escala evolutiva hacia el éxito, a la cual sólo se llega a través de la Corrupción.

Los regalos que hacemos a la novia para conquistarla, las atenciones, los piropos y las frases bonitas, no son más que la Corrupción del Amor que tiene su día el 14 de febrero, cuando el sacerdote corrupto Valentín, por una pocas monedas que recibía a escondida en los confesionarios, hacía los casamientos que habían sido prohibidos por el emperador romano Claudio III; de allí la fecha que universalmente celebran los enamorados, donde la calidad del restaurante y la cantidad de estrellas del Hotel que elegimos para esa noche, nos muestra la importancia de la Corrupción si queremos triunfar en el sexo, el cual tiene también su Corrupción con el Viagra para quienes lo puedan pagar, y así ser más vigorosos artificialmente como el espermatozoide que una fue fuimos… Luego nos daremos cuenta, que la superación en el trabajo no se fundamenta solamente en nuestro profesionalismo y abnegación, sino en la manera de conquistar a los jefes: en el caso de las mujeres, su atractivo sexual será un arma de Corrupción que les permitirá optar a los cargos que a las más feas le costará esfuerzo y trabajo. En los concursos de belleza, las siliconas se usarán como Corrupción para superar los senos naturales y corromper al Jurado… Los ropajes, perfumes y maquillajes, serán instrumentos de Corrupción que utilizaremos hábilmente para cautivar personas; mientras que en la política: la dádiva, el discurso y las prebendas, para lograr votos, no son más que la Corrupción institucionalizada y permitida, pero que se convierte en un pecado si se instituye en el sector público, puesto que en el campo empresarial, la Corrupción sigue siendo la fuerza que impulsa la productividad, para lograr el crecimiento empresarial a través de las campañas publicitarias, como un método de Corrupción que manipula el intelecto de los consumidores: para decir lo que no es verdad y vender lo que no se quiere.

Es la Corrupción para la venta de productos y servicios que es recompensada con un título honorífico: Las Comisiones

Comisiones es lo que se paga para cautivar la atención del público en general: Son los intereses que se pagan a los ahorristas, es lo que se cobra por prestar dinero, y es lo que pagan las empresas a sus vendedores, bajo un principio económico universalmente aceptado: "La Comisión estimula el trabajo y es un premio a la productividad"… En fin, es la Corrupción que mueve la economía del mundo, y que no muere con nosotros, porque la encontramos al momento de escogen el lugar donde pasaremos a la eternidad: en una fosa común de un cementerio municipal, o en un suntuoso mausoleo de un Campo Santo, que estimula a los deudos a traernos flores cada 2 de noviembre, como el Día de los Muertos, como otra de las fechas que celebra la Corrupción, porque los ramos se venden al doble de los restantes 364 días del año.

Y así continuaremos muriendo y reencarnado en una espiral de Corrupción que afecta más al hombre que a la mujer, como esa clásica paradoja de la vida que surgió, cuando Dios creó a los seres sobre la tierra

Dios le dijo al burro: "Serás burro, trabajarás de sol a sol, cargarás sobre tu lomo todo lo que te echen y vivirás 30 años" – el burro le contestó "Pero 30 años es mucho tiempo, por qué no mejor 10 años"… Después Dios creó al perro y le dijo: "Serás perro, cuidarás de la casa y vivirás 15 años" – el perro le contestó "Pero 15 años es mucho tiempo, por qué no mejor 10 años"… Después creó al mono y le dijo: "Serás mono, saltarás de árbol en árbol, harás payasadas para divertir a los niños y vivirás 10 años" – el mono le contestó "Pero 10 años es mucho tiempo, por qué no mejor 5 años"… Finalmente Dios creó al hombre y allí surgió la corrupción: "Serás hombres, porque serás el más inteligente de la Tierra, dominarás el mundo y vivirás 30 años" – el hombre le contestó "Pero 30 años es poco tiempo, por qué no me das más bien los 30 años que no quiso el burro, los 15 que no quiso el perro y los 10 que no quiso el mono y yo te pago rezándote cada noche"… A partir de ese momento el hombre es víctima de su propia Corrupción:

El hombre vive 30 años como hombre libre; luego se casa y vive 30 años como un burro cargando sobre sus hombros el peso de la familia; luego se jubila, y vive 15 años como perro echado cuidando la casa; terminando sus últimos 10 años como un mono, saltando de casa en casa de los hijos, y haciendo payasadas para divertir a los nietos
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