miércoles, 24 de junio de 2009

Zapatero a su zapato!!!


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Por: Jorge Mier Hoffman

Para nada me inspira este artículo el par de zapatos certeros que evadió George W. Bush en su última visita a Irak, de lo cual podemos concluir que, al menos ese día, no estaba ebrio, como siempre acostumbra en sus giras presidenciales; sino que mañana 17 de diciembre, la historia oficial conmemora como los 178 años de la muerte del Libertador Simón Bolívar

Según el testimonio del historiador Plinio El Viejo, "Zapatero a su Zapato", fue una expresión pronunciada en cierta oportunidad por Apeles, el pintor griego más célebre de la Antigüedad. Este artista acostumbraba a exponer sus cuadros en la plaza pública y así podía escuchar la opinión de la gente acerca de sus trabajos. En cierta oportunidad, Apeles había expuesto el retrato de una persona importante de su ciudad y un zapatero que pasaba por el lugar, se detuvo a observar la obra y criticó las sandalias del personaje. Apeles acató la observación del zapatero, llevó la obra a su taller, la rectificó y nuevamente la expuso al público. Cuando el zapatero volvió a contemplar el cuadro, al ver que el pintor había acatado su sugerencia, se sintió autorizado para extender sus críticas a otros aspectos del retrato, lo que motivó que Apeles, al escuchar esos comentarios impertinentes, lo encarara con la expresión ¡¡¡Zapatero a su Zapatos!!!

Desde entonces la expresión se usa como una crítica a quien pretende juzgar asuntos ajenos en los que alguien no es experto o no está capacitado para ejercer un cargo donde se requiere capacidad y eficiencia; una expresión asertiva que Simón Bolívar recoge en su última Proclama, cuando vislumbra el destino de la revolución que se había sembrado en el corazón del Continente, y que es oportuno recordar, mañana 17 de diciembre, cuando se cumplen 178 años de su desaparición física más no ideológica, en que nos legó el siguiente mensaje:

"Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales ¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro" Simón Bolívar

Irónicamente, Venezuela, la Patria de Bolívar, sufre la anarquía que nos alertó Bolívar, tal cual resumía Plinio El Viejo ¡¡¡Zapatero a su Zapato!!! Los ministros del santuario, o sea los curas, convertidos en voceros políticos, medios de comunicación en actores políticos, locutores usurpando el rol de líder político, artistas disfrazados de candidatos, y de algunos personajes ocupando cargos claves para el buen funcionamiento del Estado, donde más que fidelidad partidista se requiere efectividad y eficiencia. Ya lo advertía Bolívar en una de sus célebres proclamas:

"El modo de hacerse popular y gobernar bien, es el de emplear hombres honrados ¡¡¡aunque sean enemigos!!! (…) Hombres virtuosos y hombres honrados son de los que me valdré para darle vigor a todos los ramos de la administración pública" Simón Bolívar
Mañana 17 de diciembre se cumple un aniversario más de la muerte del Libertador, como la fecha que la oligarquía ortodoxa señaló como la de su desaparición por motivo de una tuberculosis fatal. Más allá de la verdad sobre las causas sobre muerte del Padre de la Patria, mañana es una fecha oportuna para recordar las enseñanzas del Padre de la Patria, cuando en los albores de su muerte, nos legó un mensaje que cada día cobra más vigencia para consolidar la revolución: "He aprendido excitar la prosperidad nacional por dos grandes palancas de la industria: el trabajo y el saber. Estimulando estos dos resortes de la sociedad, se alcanza lo más difícil entre los hombres: hacerlos honrados y felices"… es decir: "Zapatero a su Zapato"

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