domingo, 29 de junio de 2008

IDEAS PARA EL DEBATE

Dialogando, Reflexionando y Organizando*

El escenario político actual a generado una pregunta adecuada y recurrente ¿La Educación tiene que ver con la política? La respuesta es una y sólo una, sí. La explicación es como anillo al dedo, la educación es el instrumento utilizado por el Estado para formar a los ciudadanos que conviven dentro de su territorio, cumpliendo con lo esgrimido en la Carta Fundamental de esa nación.

Partiendo de la reflexión anterior, comenzamos a ver la pertinencia del nuevo enfoque curricular implementado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación, mejor conocido como Currículo Nacional Bolivariano (CNB), sus implicaciones pedagógicas y la utilización de una palabra que tiene de cabeza a más de un educador, el Proyecto de Aprendizaje. Como si fuera poco existen dos frases más que terminan de conmover el magisterio venezolano y comienza así a tomar calor el termómetro político-social, una de ellas es la Malla Curricular y la otra es la Reconstrucción de la Memoria Histórica, esta ultima frase es la tarea encomendada a los Consejos Comunales y deben transformar la escuela como el centro del quehacer comunitario, sin soslayar la nueva misión del docente como facilitador de procesos de aprendizaje a través del dialogo de saberes y la evaluación es horizontalizada, con la intervención de todos los actores que hacen vida dentro del proyecto de aprendizaje (PA) que en principio debemos ubicarlos a nivel de ambiente o aulas o salones y a su vez debe estar concatenado con el Proyecto Escolar de Integración Comunal (PEIC), haciendo del articulado constitucional una realidad concreta, tangible y realizable, el Estado Docente. Cualquier parecido con nuestra realidad es pura coincidencia.

Se escuchan voces que dicen que la mencionada reforma no tiene asidero legal, menos pedagógico, algunos, mas osados; alegan que Simón Rodríguez y menos Ezequiel Zamora nada tienen algo concreto que aportar al tema educativo. Al parecer olvidan que Rodríguez fue el maestro del Libertador, el hombre de las altas luces de Abya-yala* (América), capaz de romper la esclavitud política, que expulso la Monarquía Española de esta Tierra de Gracias y crear aquí el sueño republicano, estos señores (as) olvidan que Rodríguez fue quien le inculcó las ideas libertarias al joven Bolívar y como colorario relegan que este paisano fue también Ministro de Educación de la recién creada Bolivia, por allá en 1825.

Hablar de Zamora es hablar de Libertad pura y eso es crear una nueva moral, donde la igualdad este presente en cada uno de nuestros ciudadanos y para ello se necesita un Estado fortalecido, unificado y revolucionario, donde la moral y la ética se traduzcan en un derecho más justo y equilibrado entre sus habitantes.

Podemos decir que Zamora aporta a la educación el deber de crear la nueva moral revolucionaria, invitando a no extinguir la llama creadora de la invención de las ideas, como diría Dios en el pasaje de la Génesis, “hágase la luz y ella se hizo”.

Los nuevos tiempos exigen a un educador con visión sistémica, dentro de un escenario educativo exigente con unas características controvertidas, ya que a pesar de los recursos de aprendizajes existentes, los problemas son infinitos, los cuales hay que sortearlos como un gerente, tomando en cuenta que las decisiones que tomemos afectan directamente a los estudiantes e indirectamente a la comunidad sobre la base de los proyectos de aprendizajes desarrollados, ya que estos no son tratados solamente en el aula, sino también son de interés comunal. Por ello el docente asume el rol de comunicador y debe aprovechar al máximo los medios comunicacionales dentro de su contexto.

Con esta afirmación se cae otro argumento de los diferentes sindicatos que se oponen al Currículo Nacional Bolivariano (CNB) alegando que este obstruye la función de los Medios de Comunicación Social (Mass Media).

Tenemos que terminar de romper con el enfoque verticalista, comenico, parafraseando un poco a Gramsci, bancario de nuestro sistema educativo, el cual se ha transformado en excluyente, dándole a la Academia un carácter de exclusividad para la exhibición de conocimiento, como si tuviera una patente de corso para asumir exclusividad en la difusión del saber, como si fuera ella la única productora de aprendizaje, soslayando la experiencia y la transferencia de conocimiento de generación en generación.

El Sistema Educativo Bolivariano recoge esa inquietud y transforma a los actores sociales en verdaderos intelectuales, ya que estos se organizan, transfieren conocimiento a través del estudio de los casos y producen soluciones concretas en el marco de la problemática a estudiar. Por ello a la oposición política no le conviene que este esquema se desarrolle, porque esto tiene un efecto dinamizador del manejo de los conflictos y rompe los paradigmas verticalistas que han existido a lo largo de la 4ta República, entendida esta desde 1830 a 1999.

Otro elemento a ser tomado en cuenta a la hora de evaluar por el planteamiento curricular bolivariano es la reconstrucción de la simbiosis comunidad-escuela, el cual los congresistas y educadores que impulsaron la reforma curricular que originó la Ley Orgánica de Educación de 1980 y el reglamento de 1986, rompieron con esta relación y profundizar así la división sociedad escuela, la cual comenzó en 1970 con el allanamiento a la UCV y la eliminación de las Escuelas Técnicas.

Amigo lector estas son solos pinceladas de la verdadera connotación del análisis del Sistema Educativo que impulsa el Gobierno Bolivariano, depende de nosotros su implementación a través de la participación activa de las comunidades en la construcción del Sistema Educativo que queremos.
*Prof. Eduardo Rengifo
rafael eduardo rengifo rivas
(rafaele_8@hotmail.com)

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