sábado, 20 de octubre de 2007

ADULTOS MAYORES, BENEFICIOS A MEDIAS

PUNTOS DE VISTA:
Por: *
Tratando de ser lo mas objetivos del caso, en los últimos cincuenta años a las personas que alcanzaban los sesenta años de edad, se les calificaba de personas de la tercera edad, y generalmente se les decía viejos, respectivamente, se creó el Instituto Nacional de Geriatría INAGER, otro organismo éste que le asignó, una muy modesta pensión a dichos ciudadanos, pero si construyó varios establecimientos de reclusión denominados geriátricos, suerte de hacinamientos, atendidos por personas interesadas en ganarse un sueldo o un salario, sin ningún tipo de sensibilidad humana o social, donde los recluidos esperaban el día final, del cumplimiento de la misión que vinieron a cumplir en el planeta tierra, pues nunca se les trató como seres humanos, que requerían de espacios amplios (gero-granjas), (recuerdo que el único que presidió el INAGER y tuvo la idea de crear las gero-granjas, fue el médico Henry Hoyos Sosa, pues su hermano Guillermo Hoyos Sosa, me invitó en los años noventa a su despacho y me mostró el humanitario y ambicioso proyecto), por cierto que me llevó para mostrarme mas de diez cubículos, ocupados por los llamados "golpistas" entre ellos, el Cap. Pedro Carreño, hoy titular del Ministerio del Interior y Justicia, Comandante Wilmar Castro Soteldo, ex Ministro de Turismo, Teniente Alejandro Andrade, ex Presidente del Fondo Único Social "FUS", y otros tantos a quienes tenia trabajando en el INAGER clandestinamente. La pasada semana me conseguí al Ing. Guillermo Hoyos y está dirigiendo el Instituto Regional de Asistencia Social del Estado Trujillo.

Con la llegada del Gobierno Revolucionario, la pasión se les reajusto a los adultos mayores, el INASS, ha mejorado la atención pero todavía no se han puesto en práctica las gero-granjas, esperamos que en corto tiempo, las pongan en funcionamiento, ya que el Ministro David Velásquez, a través de la Misión Negra Hipólita, le está poniendo un mundo para que los "viejitos", les presten la atención que se merecen, quienes han dado todo para contribuir al desarrollo del país durante sus años productivos. También es justo reconocer la extraordinaria labor que ha desempeñado la Diputada Haydeé Machin, en la Asamblea Nacional, para darle carácter legal a los derechos de los adultos mayores, el Dr. Argenis Matheus, es otro de los que han aportado el mejor de sus esfuerzos, en pro de la adultez mayor.

Sin embargo, no todo son acciones para los ciudadanos enmarcados en esta edad, ya que son maltratados a diario por los conductores del transporte público de pasajeros, porque pese a estar exonerados del pago de pasaje, les obligan moralmente a pagar debido a que de lo contrario se les maltrata moralmente, cuando sacan la mano para parar a un transporte público de pasajeros, el conductor le hunde el acelerador para dejarlos plantados esperando, en la mayor parte de los municipios del país, los transportistas les cobran el pasaje completo a los adultos mayores, es posible que los Alcaldes no obliguen a dichos transportistas mediante Ordenanzas Municipales a los empresarios del transporte público de pasajeros a exonerar del pasaje a los adultos mayores, eso mismo sucede en los transportes públicos de pasajeros nacionales (me refiero a los llamados convencionales o con hasta treinta años de uso), ya que los buscama, si les otorgan el descuento respectivo a los adultos mayores, anexándoles una fotocopia de su cédula de identidad para justificar dicho porcentaje de descuento.

Ahora nos toca llamarle la atención a las autoridades del Metro y del Ferrocarril, porque si bien es cierto que los adultos mayores son generalmente bien tratados en las taquillas, no hacen colas y se les atiende con cortesía, pero el problema (como decía el sketch de un programa humorístico de Venevision, "Goyo Repollo"), está en los vagones primero y último, los cuales están dotados de asientos azules para uso exclusivo de mujeres en estado de gravidez, personas con dificultades de movilidad (silla de ruedas, con muletas y perdida de vista entre otros), y por supuesto a las personas de la tercera edad, aunque existe un amplio despliegue de señalamientos, a los adultos mayores, los dejan parados, las viejecitas setentonas tiene que viajar en metro y ferrocarril, guindando de los agarramanos de pie, sin que ningún funcionario del metro o ferrocarril, haga acto de presencia a corregir dicha irregularidad, ya que dichos vagones son copados por personas jóvenes de todas las edades, desde niños hasta ciudadanos de 20,30,40 y 50 años. Total, un beneficio a medias, lo idóneo es que no sólo sean los asientos azules los que deban ser usados por las personas indicadas, sino los primeros y últimos vagones de cada metro y ferrocarril deben ser usados para esto.
Jesús Muchacho
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